viernes, 6 de agosto de 2010

Criar sin reloj

Hace dos días Yago se despertó angustiado por una pesadilla
en el medio de la noche,
en el medio de nuestra cama
y pronunció:
-mapá, mamá, papá, en las hadas ustedes creen?
-claro mi amor, y también en las brujas y en los duendes. Y tu?
-yo también, y también el Sasha.
-estoy muy orgullosa de vos gordito, te quiero con toda mi alma, dormite.
Y Yago se durmió...

martes, 3 de agosto de 2010

de "La dificultad de vivir"

Nuestros niños son portadores de nuestro pasivo, pasivo en el sentido de dinamica no resuelta, de aquello que hemos vivido mal y que rechazamos.Nuestros niños lo heredan, en la misma medida en que heredan de nosotros nuestras actitudes y cualidades dinámicas en sentido positivo.¿Podemos decir, sin embargo,que cuando un niño va mal,está enfermo a causa del pasado de sus padres?¿Y que es la enfermedad? Porque en realidad el niño no está "enfermo"; simplemente, trata de decirnos, de hablarnos con su cuerpo.El cuerpo es lenguaje; las funciones del cuerpo son lenguaje y el niño es el primer psicoterapeuta de sus padres, porque es fusional....El niño aclara lo que sucede en el inconsciente de sus padres, lo que ellos no saben,lo que no conocen por si mismos.De ahí que la llegada de un hijo sea siempre un retorno al cuestionamiento, a veces doloroso....Saber lo que el niño les aporta simbólicamente, percibir su funcionamiento en el marco de la familia, no puede sino impulsar a los padres a otorgarle el lugar que le conviene de acuerdo con su dinámica propia; a respetar sus derechos, su libertad....Para el niño, el orden es el hecho de que la vida desplaza siempre las cosas, el niño produce desorden en torno a si porque todo cambia constantemente.El niño es un poco como las mareas en torno a los peñascos...En tanto que el orden de los adultos está constituido para su comodidad.
Hay cosas que se repiten porque nuestro organismo se estructura por funcionamientos reiterativos: comemos todos los días,excretamos y nuestro cuerpo permanece y debemos vestirlo cada día.Existe, pues, un cierto orden que sirve al cuerpo.Pero el juego del deseo viviente se mantiene siempre nuevo, tal como el niño lo percibe; la vida se renueva perpetuamente. Y la vida es un juego que un día, en pleno transcurso, se detiene por la muerte.
(1981-Françoise Dolto)